lunes, 28 de febrero de 2011

Día 136

Hum...

Hola chicos! Cómo ha ido el lunes? El mío, ha sido interesante. Muy interesante.

Esta mañana, me he levantado con ganas de cambiar de imagen. Necesitaba renovarme un poco por dentro, y lo mejor era comenzar con una renovación externa. Así que me he quitado la barba que llevaba y que ya me duraba un mes, y me he ido a la pelu y me he cortado el pelo al cero. Los que me conocéis, ya me habéis visto muchas veces con el pelo al cero, ya que me lo cortaba mi mami en casa cada 15 días. Lo que ocurre es que, con el frío de aquí, también hacía un mes que no me lo cortaba. Así que tenía la cabeza, desde la barbilla hasta el cogote, con un felpudo poco definido. Jajaja! El caso es que, mientras esperaba el turno en la peluquería que hay en el centro, la peluquera le estaba cortando el pelo a la chica que grita por las mañanas llamando a su madre. Me la sigo cruzando por los pasillos. Siempre tiene la cabeza de lado, no habla, no se mueve... solo gime de cuando en cuando. Si nadie le hace caso, gime más alto. A veces me estremece, porque la oigo desde mi habitación. La peluquera, se esmeraba en dejarla perfecta. Me ha gustado ver que, aunque la chica no iba a apreciar su trabajo, ella intentaba dejarla perfecta. Supongo que, aunque no pueda expresarse, tiene el mismo derecho que los demás a sentirse guapa. Y hoy veía que eso es algo que la peluquera tiene muy claro. Con paciencia, con la cabeza de lado y dormida, la peluquera iba cortando con las tijeras poco a poco. Estaba en silencio, concentrada, como si ni siquiera desease despertarla, y yo las veía a las dos en silencio también. La verdad es que me ha despertado la admiración por cómo le ha cortado el pelo. Supongo que, parte de su trabajo, es hacer que las personas, sea yo, sea poskiwoman, o alguien que no puede hablar, nos sintamos bien con nosotros mismos. No sé, me ha gustado llegar a esa reflexión.

Por cierto que, por la mañana, antes de la peluquería, mientras desayunaba, se ha acercado Saturnino con su libreta, a leerme sus últimos pasajes. Hoy, hemos hablado de cuando se cayó el otro día. Me decía que, cuando se cayó, se levantó él solo. -”Los muertos son los únicos que no pueden levantarse”- me decía. Y me hablaba de la importancia que tiene saber levantarse cuando uno cae. -”¿Tú te levantas?”- me preguntaba. Y, naturalmente, no se refería a las caídas físicas, sino a las emocionales. Caray, cómo hemos empezado la mañana!

Después del desayuno, he tenido sesión de fuerza. Han llegado las pesas nuevas, tienen forma de botijo pequeño, con un asa, y son de goma. Son estupendas. Así que hemos dejado las bolas y he trabajado con una de ellas en cada mano. Primero con dos kilos, y luego con tres. He salido contento de allí. Casi al terminar, el entrenador me ha dado una barra rellena de arena de color naranja. Siempre me la daba de color azul, que pesa menos; y hoy quería que probase con el color naranja. Y buah... ha sido genial cuando hemos visto que la movía como si nada, cuando, el primer día, ni la levantaba. Ha sido como subir un nivel, jejeje!

La tarde ha sido un poco más... burocrática o teórica. Después de la sesión de aeróbic, las nueces y el agua (creo que voy a comprar algo del salmón), me he dedicado a rellenar informes, a ver correos con partidos de boccia, hacer más informes... he hablado con El Maestro y hemos aplazado la partida de ajedrez para la noche. Ninguno de los dos podía por la tarde. El residente jovencillo quiere aprender a jugar; así que igual se apunta.

Y poco más. Hoy, reflexionaba sobre el hecho de que ya estamos en el ecuador de esta historia. Han pasado casi cinco meses desde que estoy aquí, y apenas quedan otros cinco meses para la copa del mundo. Y, si los que quedan, son como mínimo como estos, la cosa promete y mucho...

Besos a todos!

1 comentario:

  1. Chema trasmites en tu blog sinceridad eres ùnico no se si recuerdas que te dije que me gustabas como escribes y desde entonces sigo tu blog,y me pregunto como estas? con pelo corto, si te conocí con pelo y barba,

    ResponderEliminar