martes, 22 de febrero de 2011

Día 130

Hum...

Hola chicos! Cómo va todo? Parece que hace más calor del habitual en todo el país... se agradece! Creo que hoy ha sido el primer día que me ido a entrenar con la chaqueta en la mano. Se estaba tan bien...

bien, os cuento que esta mañana he bajado a desayunar, y luego he estado en fisio toda la mañana. Parece que los ejercicios de ayer de fuerza me cargaron un poco el cuello; así que, después de las corrientes en las piernas, me he tumbado en una de las camillas y me han dado un estupendo masaje en las cervicales y base del cuello. Después, unas corrientes más en la zona, y como nuevo. Ha sido como entrar en el taller de chapa y pintura y salir de allí con la carrocería reluciente. Un placer... eso sí, entre corrientes, masaje y demás, se me ha ido la mañana casi por completo.

Después de comer, he aprovechado para hacer cosas y masajear un poco las bolas, así que no he hecho siesta. Me he bajado al hall y enseguida nos hemos ido a entrenar. Hoy ha estado bien. Un poco intenso, pero bien. Tras el calentamiento y los ejercicios de dirección, me he pasado casi toda la tarde haciendo saques, a mi zona, a la otra, a la zona del juego de pareja... al final, 80 saques, 40 en un lado, y 40 en el otro. Genial, sin parar, sin hablar, constante, una bola, otra, otra... luego, me he puesto con uno de los equipos y he jugado un partido contra ellos. Ha sido divertido.

Y poco más. El día, aunque intenso, no ha dado mucho más de sí. Me preocupa un poco el residente jovencillo. Lleva unos días algo desmadrado. Supongo que porque se ve aquí sin madre, jejeje. De momento no es importante, pero cuando llegó, era mucho más formal. Hoy, nos ha dado un plantón a todos de 20 minutos en la furgoneta. Se lo hemos dicho. Espero que recapacite.

Ayer, al igual que otros días, os hablaba de la marcha del centro, y de cómo los residentes van mejor o peor, si están bien atendidos, si se aburren... y creo que es justo que haga mención a las auxiliares del centro. Sin ellas, las cosas, simplemente, no funcionarían. Entiendo que a veces dan una mala contestación, o que tarden en responder cuando les pides algo; pues, a fin de cuentas, son personas. Algunas, son de admirar, porque tienen mucha paciencia. Con otras, me río mucho. En general, creo que no hay ninguna que pueda decir algo negativo de ella. Aunque también es cierto que no las conozco a todas. De hecho, a pesar de llevar aquí 4 meses, no me sé el nombre más que de 3 ó 4. en cambio ellas, lo saben todo de todos los residentes; es increible.

Ah! imaginad la situación: Saturnino, que a veces va con un andador, se encuentra en el principio del paso de cebra que hay en la puerta del centro. En eso, una señora mayor, se le acerca y le pregunta si le puede ayudar a cruzar la calle. Saturnino, educado él, le responde que naturalmente, y le deja que le coja del brazo. Pero, a mitad camino, osea, andados 2 metros mal contados, la señora comienza a gritarle y a espantarlo como si él quisiese abusar de ella. Y él, le responde: -”Señora, no se piense usted nada, que es muy mayor para mí y no vale la pena. No es usted nada atractiva!”-. Y el pobre hombre, que es muy comedido, todo sudoroso, avergonzado mientras la mujer continúa gritando. Hasta que una auxiliar le dijo que se trataba de una mujer con alzeimer, que no sabe bien lo que dice y se le olvidan las cosas.

En fin... voy a ver si me doy una ducha antes de cenar y me relajo un poco. Hoy tenemos pasta de primero y pollo con piña de segundo. Creo que nunca lo he comentado; pero comer, lo que es comer, se come bastante bien aquí...

Besos a todos!

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