domingo, 20 de febrero de 2011

Día 128

Hum...

Hola chicos! Qué tal ha ido el domingo? Por aquí llueve, hace fresco... parece que el invierno se resiste a marcharse. Le queda un mes hasta que llegue la primavera, y va a dar que hablar...

Bien, hoy hay poco que contar. Los domingos, es lo que tienen. Anoche, volvimos a quedarnos en la esquina de la cristalera charlando sobre el centro, sobre sillas, sobre residentes... en un momento de la noche, hasta las auxiliares que pasaban por allí se quedaron a charlar con nosotros. Es agradable conservar ese momento del día para nosotros. Me siento casi como un miembro del club de los poetas muertos, leyendo los escritos de su capitán, oh! Capitán.

Hoy, después del desayuno, he subido a hacer los ejercicios de la condición física. Continuo buscando el pedalier; he visto varios modelos, pero ninguno me convence. Así que, mientras tanto, sigo con la tabla de ejercicios de hombros y brazos. Después, entre hacer la cama y arreglar un poco la ropa, se ha ido la mañana. Ha venido el residente jovencillo a la habitación, y hemos visto algún partido de boccia en la tele. Le gusta ver cómo juegan los miembros de la selección, y a mí me gusta para recordar estrategias y formas de jugar.

Hoy, por darle un poco de color al día, hemos comido del chino. Nos lo han traído al centro y hemos comido después del turno de comida de los residentes. Como ha sido más bien tarde, apenas tenía tiempo para hacer siesta; y como quería seguir con la rutina de los horarios de entre semana, me he puesto con los ejercicios físicos de la tarde. Mientras los hacía, el residente jovencillo volvía a estar conmigo, seguía viendo partidos de boccia. De hecho, mientras os escribo, hay tres residentes en la habitación viendo el partido de semifinales de Beijing entre Inglaterra y China. Menuda expectación! Les digo que ganó Inglaterra? Jajaja.

La situación de hoy, me vuelve a hacer pensar en todos los residentes que no tienen una oferta de ocio para los momentos en que no están en terapia o haciendo alguna de las actividades que se hacen entre semana con los profesionales del centro. A partir de mañana, las actividades de la tarde se suprimen, y se condensan todas en la mañana. Qué hará esta gente? Se convertirán en audiencia obligada de las tardes de Patricia? Repercutirá esto en sus mentes, en su estado de ánimo o en su salud mental? Todo se verá...

Y poco más. Tengo pendiente hablaros de un nuevo personaje; pero quiero hacerlo con calma, para no dejarme detalles. A ver si mañana tengo un hueco... ahora, voy a ver si me uno al grupo de espectadores y terminamos de ver el partido.

Os veo mañana!

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