sábado, 19 de febrero de 2011

Día 127

Hum...

Hola chicos! Qué tal va el fin de semana? Por aquí, ha dejado de llover, o más bien, el tiempo ha dado una tregua, pues dicen que seguirá lloviendo, al menos, dos días más.

Bien, anoche, nos quedamos en la cristalera del pasillo charlando, un grupo de ocho residentes. Fue como una reunión de amigos, como las quedadas que hacía con mis compañeras de clase, como las partidas de dominó de mi abuelo... me gustó esa sencillez y esa complicidad entre todos los del grupo. Simplemente nos juntamos, y charlamos. Por cierto que me contaron que el chico que me presentaron esta semana, el que apenas ve y oye, es ingeniero. Supongo que eso explica, en gran parte, el coco tan asombroso que intuyo que tiene. A ver si estos días hablo un poco con él. Llevo unos días interesándome por la física cuántica; y me he enterado que a él también le gusta...

Esta mañana, me he levantado a la hora de siempre, por aquello de la rutina. Tenía intención de madrugar y probar a meditar antes de salir el sol, como hace una buena amiga; pero la verdad es que la pereza me ha vencido, jejeje. Total, que después de desayunar, he subido a hacer los ejercicios de condición física. Hoy he probado a hacer los ejercicios mientras veía otro DVD de los partidos de boccia que se jugaron en Beijing. Ha estado bien, y me he reído y sorprendido a la vez. Hoy, como uno más, me tocaba ver uno de los partidos que jugué yo mismo. Hice alguna barbaridad que otra, y alguna genialidad que otra... jajaja. Hoy, mientras lo veía, me gritaba a la pantalla: -”¡¡¿Pero qué haces!!?”- jajaja. Después del ejercicio y los partidos, he arreglado un poco la habitación y he guardado la ropa que habían traído de la lavandería. Era algo que pensaba hacer mañana; pero me molesta que entre la gente en mi habitación y vea todo por el medio.

Hoy, es el cumpleaños de la novia de El Maestro; aprovechando la excusa, y que hace unos días fue también el cumpleaños de otro chico, y yo sin saberlo, nos ha invitado él a comer a unos pocos. Así que hoy he comido fuera del centro. Me sigue sorprendiendo lo barato que es comer en esta ciudad y lo bien que se come. El menú de 9 euros de hoy, no lo ves en Valencia por menos de 18 euros.

Y bueno, he llegado al centro después de la siesta; así que no la he hecho. En vez de eso, me he puesto con los ejercicios de la tarde. Otra tanda de series y repeticiones. Hoy, como si alguien me hubiese pulsado un botón mientras dormía, han desaparecido los dolores del hombro. Supongo que después de varias sesiones, de un entrene un poco más suave ayer, y que los tendones están más fuertes, todo va yendo mejor.

Y poco más, ha sido un día tranquilo. Los once grados del mediodía invitaban a salir y callejear un poco. Cosa que siempre se agradece... luego bajaré a cenar, charlaremos de fútbol, y prontito a la cama, que mañana seguimos con la marcha de siempre. Ah! Os cuento como curiosidad que, el otro día leyendo las estadísticas del blog, he visto que ya tiene casi 1.700 visitas, y que lo sigue gente de Colombia, Brasil, México, Canadá, Hong Kong... qué pasada!

Feliz domingo a todos!

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