viernes, 18 de febrero de 2011

Día 126

Hum...

Hola chicos! Cómo ha ido el viernes? Ánimo, que para muchos comienza el fin de semana.

Bien, os cuento que esta mañana he vuelto a tener sesión de fuerza. Poco a poco, las molestias del hombro van desapareciendo. Según el entrenador, mi cuerpo se va habituando a este nuevo tipo de trabajo. Aun así, es complicado; porque me manda ejercicios que a veces no puedo hacer, ni siquiera sin resistencia. Los movimientos puros de flexión o extensión de codo, sin imposibles al no existir bíceps ni trícpes. Así que, yo hago lo que puedo, y él se estruja el cerebro pensando en posibles ejercicios. Creo que es un reto que compartimos los dos.

Después de los ejercicios, me he encontrado con una de las terapeutas; hemos hablado de la meditación del otro día con la gente de esquí. Y me he ofrecido a, si quieren, hacer algo más sencillo con un grupo más grande, de unos 20, más o menos. He hecho varios, y siempre han ido bien. Pero me ha dicho que no cree que sea viable. A su juicio, muchos de los residentes, aunque aparentemente están bien, tienen muchos problemas cognitivos; y no son capaces de seguir las instrucciones de una meditación. Simplemente, les hablan suave, en un lugar tranquilo, con música, y se relajan. Pero no les pidas que sigan un proceso, porque no lo van a poder hacer. A veces me fascina lo misteriosa que puede llegar a ser la mente de las personas...

Bien, os cuento que, a raíz de la charla de ayer con el residente que me presentaron, me he interesado por el tema de los audiolibros. Hay un montón en internet. Para mi sorpresa, estaba el de Juan Salvador Gaviota. Le he dado al enlace, y mientras escribía, lo he ido escuchando. Me ha gustado, porque lo lee una chica con voz suave, como si leyese un cuento... creo que es bonito, para poner a los niños, o incluso para escuchar mientras caminas, mientras conduces... si pones tu atención en ello, el tiempo pasa más deprisa.

Y bueno, no hay mucho más que contar. Esta tarde hemos tenido entrene. Como todos los viernes, hemos jugado partidos. Hoy, era un equipo de tres jugadores contra mí. Ha sido divertido. Le ponen mucho interés, se esfuerzan, sonríen, se enfadan... me gusta mucho jugar con ellos y observarles. Las bolas, han alcanzado su punto más blando. Dudo mucho que vayan a ablandarse más sin llegar a deformarse. Y la verdad es que ruedan francamente bien...

ah! hoy, quería darle un toque más a la decoración de la habitación, que está muy sosa. Así que he comprado en internet unos vinilos de la sílaba “om” en varios tamaños, para llenar la pared con ellos. Llegarán la semana que viene. Cuando los coloque, os mandaré una foto.

Y poco más. Es viernes, y ya se respira el ambiente de los que se han marchado a casa hasta el lunes, los que se quedan a las puertas de un fin de semana de ocio, y los que se quedan a las puertas de dos d´ias aburridos hasta que vuelva la actividad de lunes por la mañana. Y, mientras os escribo, veo que mi caso no es ninguno de los tres, jajajaja, ya que, ni me voy a casa, ni voy a estar aburrido, ni tengo todo el finde libre...

Eso sí, sigo encantado...

Os beso!

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