sábado, 12 de febrero de 2011

Día 120

Hum...

hola chicos! Qué tal ha ido el día? El mío, como los últimos, ha ido muy tranquilo... a veces, demasiado tranquilo. Supongo que sigo sin saber qué hacer cuando tengo tiempo libre. A ver si empiezo con el chino pronto...

Bien, os cuento que esta mañana, tras hacer el ejercicio matutino, me he ido a comprar unas cosas. Necesitaba agua, perchas, y cosas varias para la habitación. Y como hasta principios de la tarde no tenía que hacer la otra serie de ejercicios, he optado por quedarme a comer en el carrefour. Es el otro centro comercial que hay en la ciudad, donde están los típicos grandes; toysarus, norauto... al final, he comprado todo menos una cosa; así que puedo decir que la mañana ha sido productiva. Por cierto, que me he acercado al centro de oportunidades del corte inglés que hay allí, a ver si sonaba la flauta y encontraba el pedalier, pero nada... solo había ropa. El tema interesante ha llegado cuando necesitaba ir al baño. El del centro de oportunidades estaba mal adaptado, algún listo había puesto el respaldo acolchado típico de los baños adaptados del corte inglés al revés, y no había Dios que se sentase ahí. Así que me he acercado al mercadona que hay al lado, de esos que tiene parking para camiones... algo tremendo. Ha sido como volver a casa, jejeje, al volver a ver a los dependientes con su uniforme gris verdoso con líneas naranjas. Total, que he entrado en el aseo y había una cucaracha encima de la taza de un tamaño proporcional al del párking. Así que he seguido mi búsqueda, cagándome en todo, nunca mejor dicho. Y he terminado en el aseo del carrefour. Éste, tenía la taza rota. Bueno, más bien no había. Por lo que me las he tenido que ingeniar para hacer la trasferencia, sacar lo mejor de mí mismo, y subirme los pantalones sin caerme. Ha sido genial, jajaja, he aprendido una nueva forma de subirme los pantalones! Ays... si es que el que no ve el lado positivo de las cosas, es porque no quiere... jajaja.

Pero bueno, tras la escatológica mañana, he vuelto al centro a descansar un rato. Media horita, no más, para mantener la rutina de todos los días. Después, he querido innovar un poco, hacerme el ejercicio un poco diferente, más ameno, más divertido... así que he dejado a un lado los cd´s de mi querido amigo Vicente, y me he puesto en youtube vídeos de “los inhumanos”. Y la verdad es que, mientras hacía ejercicio, me salía alguna carcajada que otra. Y nada, unas nueces, un poco de agua, y deberes hechos.

Hoy he estado un rato en la sala de la primera planta, donde están los residentes entre horas. Por lo general, he deducido que son los residentes más dependientes pero que no están encamados. Estaban todos mirando hacia una tele grande donde hacían un episodio de una serie en un canal autonómico. Unos escuchaban, otros miraban a la nada... entre ellos, estaba poskiwoman, bolso en mano, con la intención de marcharse a casa. -”pedirme un taxi”- decía. Me recordaba a una mujer, Penélope, a la que Serrat condenó sentada en un banco del andén. -”pedirme un taxi que he de ver a mi marido”-. Siempre la he visto, por las noches, tal y como os contaba a su regreso de las navidades, empujando su silla muy despacio, casi de forma imperceptible. Hoy en cambio, aun con los frenos puestos para que se estuviese quieta, era capaz de mover las ruedas de su silla. Así que, poco a poco, me va confirmando que ni está tan ida, ni está tan débil. Sólo depende de qué es lo que le mueva en ese momento. Y bueno, con esto, he sonreído porque me ha llevado a la reflexión del día: si algo nos mueve, somos capaces de alcanzarlo si realmente ponemos en ello nuestro empeño.

Me gusta.

Y poco más. El cielo se va cubriendo poco a poco, quizá mañana llueva... quizás el lunes nieve... pero eso, ya llegará.

Un abrazo!

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