martes, 1 de febrero de 2011

Día 109

Hum...

Hola chicos! Qué tal van las cosas? Me alegro de veros un día más.

Bien, os cuento que esta mañana, como cada martes, he tenido sesión de fisio. Los 20 minutos de corrientes en las piernas, me sirven para seguir leyendo el libro de los Tanatonautas, que me tiene muy intrigado. De vez en cuando, dejo que las corrientes hagan su trabajo, otras veces tenso las piernas con ellas... de todo un poco. Y bueno, como andaba algo cargado de cuello y trapecios, hoy no hemos estirado piernas. En cambio, me han dado un estupendo masaje en toda la zona del cuello y espalda que me ha dejado nuevo. Ayssss, qué bien! Después, ya ocioso, he subido a la habitación a arreglar un poco el ordenador y el disco duro. Tengo películas y fotos repetidas, y ya era hora de ordenarlas. Que a lo tonto a lo tonto, uno se queda sin espacio enseguida. Me he hecho una hoja de excel con las pelis, en plan archivo... vamos, que la mañana ha dado mucho de sí.

Uff! Hoy en el entrene de la tarde ha hecho frío. Pero mucho frío... supongo que no más de 5 ó 6 grados. Daba gusto coger las bolas, que todavía guardaban el calor de la habitación. Es complicado y asombroso a la vez ver cómo el frío influye en el tacto, en la forma de coger la bola... es todo como más difícil. Hemos seguido haciendo partidos, mientras, de uno en uno, van pasando todos por un campo marcado por zonas, donde hay que hacer un test de precisión, para ver cómo está cada deportista.

Al margen de todo esto, ha sido un día tranquilo. Os cuento que, cuando llegué en octubre al centro, había una residente con una enfermedad progresiva, que hablaba, sonreía... y de un tiempo a esta parte ha dado tal bajón, que incluso ahora se alimenta por sonda. Otra residente me contaba anoche que está triste, que se niega a comer, y que por eso la alimentan así. Me contaba que, tiempo atrás, un residente le pidió matrimonio; pero que con el tiempo, la cosa de estropeó y lo dejaron; y desde entonces, ella se ha ido hundiendo poco a poco. Lo encuentro todo un poco melodramático, aunque es cierto que el amor tiene estas cosas, es capaz de hundirte o levantarte.

Como veis, no todas las historias son tan graciosas; pero forman parte del conjunto, del cuadro, y hay que contemplarlas como el resto...

Y poco más, salgo de la ducha con el tiempo justo de escribiros y bajarme a cenar.
Os veo maana!

Besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario