Día 96

Hum...

Hola chicos, qué tal va el miércoles? Con un poco de suerte, mañana ya es jueves, y enseguida llega el fin de semana. Ánimo!!

Yo voy bien. Esta mañana no hemos tenido piscina; así que me he dedicado a hacer cosas en la habitación, poner el correo al día, bajar la ropa a la lavandería... lo normal de un día de domingo. Pero, como yo no tengo domingos, en su aspecto lúdico-festivo, voy haciendo las tareas cuando puedo. Jejeje. Antes de comer, he bajado al despacho de una de las psicólogas. Es una mujer muy atenta, y todos los meses me consigue una guía de ocio de la ciudad, con la oferta cultural de toda la provincia: exposiciones, teatros, jornadas... y bueno, aunque el tiempo libre no es algo que me sobre especialmente, nunca está de más tenerla.

Y, si no hacía ya bastantes cosas, os cuento que he estado hablando con la psicóloga. Le he preguntado si en la residencia hay algún tipo de grupo de acompañamiento o persona que escuche y hable con aquellos residentes o familiares que se encuentran en fase terminal o que fallecen. Me ha dicho que no; que no se ha dado el caso. Recuerda un caso de un residente que estuvo enfermo antes de fallecer hace algo más de un año. Y le he propuesto la posibilidad de crear ese grupo, y de ofertar a los residentes la posibilidad de hablar de un tema tabú. Quizás algunos de ellos no quieran ni hablar del tema; pero quizás haya quien agradecería poder hablar sobre ello. Y bueno, me ha dicho que la idea le parecía muy interesante, pues puede que haya residentes con temores, que no sepan cómo canalizarlos o a quién contárselos, y me ha preguntado si estaría dispuesto a llevar un grupo donde la gente pudiese hablar, expresar sus miedos, sus dudas... con el fin de facilitarles una visión sobre la muerte más constructiva y menos traumática. Y le he dicho que sí. De momento, creo que lo pensará, lo estudiará, y si es interesante para el centro, empezaremos ofertando el grupo a un máximo de cinco residentes. Hemos coincidido en la idea de que igual los residentes se abren más ante otro residente, al que ven de igual a igual, que ante un profesional, que siempre es visto en un escalón superior. Creo que va a ser algo muy interesante...

Cambiando de tema, os cuento que he cogido el libro de mi estancia aquí con ganas. Poco a poco voy trazando el hilo conductor, y van saliendo los personajes. Está siendo narrado en clave de humor; aunque eso no quita que incluya algunas historias personales de forma un poco más seria. Naturalmente, todos los personajes cuentan con nombres ficticios, para que nadie se pueda sentir aludido. Pero poco a poco, va cogiendo forma. Recuerdo que el otro día, me descojonaba yo solo en la cama mientras intentaba dormir al pensar en cómo escribir ciertos pasajes de estos últimos días. En fin... Para los que no lo hayáis leído, os recomiendo “La conjura de los necios”. Uno de los libros más irónicos y brillantes que he leído. El autor, se suicidó al terminar el libro; y su madre, lo llevó a una editorial para que hiciesen una pequeña tirada; así, en plan familiar... y le dieron el Premio Putlizer.

Y bueno, siguiendo con el día, os cuento que por la tarde he estado en aeróbic. Hoy me sentía un poco protagonista, ya que la música de la sesión era mía. Los que vamos a aeróbic, tenemos la posibilidad de llevar propuestas musicales; y he llevado la que escucho en el pedalier. Parece que les ha gustado. Y nada, de ahí, a la habitación a ponerme de largo otra vez antes de merendar; y de ahí al ajedrez con mi Querido Maestro. La verdad es que andaba un poco cansado. Y cuando estoy así, jugar me cuesta mucho más, porque la mente va como mucho más lenta. Aun así, la partida ha durado 50 minutos, que no ha estado mal. Casi le tenía, ¡¡casi!! pero como siempre, me ha ganado él. Eso es algo que motiva para la próxima, jejeje.

Y poco más. El día llega a su fin, las luces del paisaje se van encendiendo, dicen que volverá a nevar en la montaña el fin de semana... vamos, que todo vuelve a la normalidad y a la tranquilidad. Espero que estéis todos bien.

Un abrazo!!