viernes, 28 de enero de 2011

Día 105

Hum...

Hola chicos! Cómo ha ido el viernes? Por aquí lluvioso, frío... pero bien. Ha sido un día tranquilo. Tenía la mañana libre y me he dedicado, mientras escuchaba alguno de los cd´s que me ha enviado mi buen amigo Vicente, a hacer cambios en la habitación: mover un poco la cama, cambiar una cajonera de sitio, correr el escritorio... ha quedado genial. Ahora parece que la habitación sea mucho más cuadrada que antes, que se veía muy alargada.

Hoy hablaba con la psicóloga de cara a los partidos de la jornada de mañana. Es importante saber identificar los estímulos físicos, esas breves palpitaciones que se dan en la cámara de llamadas, al salir al campo... reconozco que, aun con la serenidad que me caracteriza, esas sensaciones están. Duran apenas unos segundos, pero son nervios y están ahí; y hay que saber no prestarles atención, para que desaparezcan en los primeros compases del partido. Hemos hablado de la importancia de visualizar, de hablarse a uno mismo, de repetir mentalmente el gesto, la postura correcta de lanzamiento, el lugar donde deseamos dejar la bola... hacerlo todo en breves segundos antes de lanzar. Siempre he pensado que es importante visualizar aquello que deseamos alcanzar, ya sea en el terreno de juego, o en la vida diaria. Y esta mujer, hace que esa idea cobre todavía más importancia a la hora de competir. Creo, a ciencia cierta, que es de las personas más constructivas que conozco. Hables de lo que hables con ella, siempre hay algo que construir, y con ello, crecer. Crecer como persona y como deportista. Mañana es un día importante, pues es la primera jornada de liga. Es un día para observarse a sí mismo, para ver en qué lugar del camino me encuentro, para ver cómo está mi brazo, mi concentración, mi estrategia... ver cómo están los rivales... pero también es un día para reencontrarme con viejos amigos, jugar y competir con ellos. En una palabra: disfrutar. Ya os contaré.

Por la tarde, hemos seguido entrenando en la pista. Como todos los viernes, han sido partidos. Ha estado muy bien. Los chavales van preguntando cosas, las vamos comentando... me gusta porque disfruto mucho con ellos, y me siento como uno más. Gane quien gane, siempre hay una broma, una sonrisa que le sigue... y eso es muy agradable. Os lo aseguro.

Bien, os cuento que, como si supiese el guión que debe seguir, Poskiwoman a entrado en escena, para satisfacer la demanda de aquellos que preguntabais por ella. Fue anoche, durante la cena. La han cambiado de mesa, para que esté más lejos de las máquinas expendedoras. Pero ella las siente... sabe dónde están... jajaja! Y bueno, nadie se habría dado cuenta si no hubiese sido por una enfermera que empezó a gritarle desde la otra punta. Al parecer, se había comido tres poskitos y un vaso de chocolate de la máquina de café. Increíble... la enfermera, le decía que se iba a quedar ciega de una subida de azúcar, que es diabética, y que un día la van a ingresar. Todo esto, dramatizado en voz alta. Todos mirando a poskiwoman... y ella miraba a la enfermera con ojos perdidos... como si la cosa no fuese con ella. Jajajaja, es una crack! Po lo visto, aprovecha que hay gente nueva, de prácticas, que no la conocen, y ella, en su rol de abuela tierna e indefensa, les pide que le saquen algo de la máquina. Creo que deberían poner su foto dentro de un disco de prohibido en la ranura de las monedas o algo así, jajaja! En fin... un día me tengo que sentar a hablar con ella a ver qué me cuenta; que a veces me saluda por el pasillo, y da a entender que no está tan ida...

Y poco más. Hoy ha llovido, pero no ha hecho tanto frío. Parece que será una noche tranquila. Bien, mañana os cuento más cosas.

Un abrazo!

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