Día 66

Hum...
Hola a todos! Vuelve a ser lunes... qué bien! El comienzo de la semana es siempre una nueva oportunidad de hacer las cosas de una forma diferente.
Supongo que, la costumbre de madrugar, ha hecho que aunque el fin de semana fue pesado, hoy me despertara un poco antes de las 8. Y bueno, como soy hombre de costumbres, me he levantado y he empezado el día. Tenía cosas que hacer, ir a correos, comprar unas cosas... pero, sorpresa! Cuando he bajado a desayunar, me han dicho que hoy venía el cámara y el reportero del programa “paralímpicos” a hacer una especie de reportaje de mi día a día en el centro. Así que, he entrado en el centro, he salido, he estado en fisio, en el pedalier, en la sala de snoozelen, en la habitación, jugando con la wii.... grabando un poco en cada sitio. Al final, lo último que hemos grabado, ha sido una partida de ajedrez. Y aunque al chico sólo le interesaban unas tomas, cuando ha dejado de grabar nos hemos quedado El Maestro y yo jugando. Estaba tan interesante... he perdido, como siempre. Jejejeje! Por cierto, que El Maestro se ha enterado de que le llamo afectuosamente “El Maestro”, y me ha dado las gracias porque se sentía muy halagado.
Y bueno, por la tarde, el calendario no perdona, y he tenido mis 45 minutos de aeróbic. Hoy, éramos menos de la mitad de la gente, pues muchos ya se han marchado a sus casas por Navidad. Todos los días despedimos a alguien, y hay cierta sensación de que les dan una especie de libertad condicional... “No, ese ya marchó” dicen cuando alguien pregunta. Como si no fuese a volver, o como si tuviese la suerte de haberse ido. No por el lugar, que sigue siendo agradable y acogedor, supongo, sino por el hecho de tener un lugar al que irse, donde hay alguien que te espera..
Por cierto, que el hombre al que sus hermanos le han quitado el dinero y no quería vivir, me contaba hoy que su padre, que de vivir tendrá como 120 años, está preocupado porque su madre quiere abortar, y entonces él no nacerá... lo que, unido a que el otro día una chica me decía que asegura tener familia en Saturno, me ha hecho pensar que muy cuerdo, el hombre no está. Quizá los hermanos no eran tan cabrones... jajajaja! Qué agradable es la locura para quien la vive... en su mundo... en fin...
Y poco más. Voy a ver si salgo un momento, compro un par de cosas, lleno el depósito para el jueves y ceno con un par de auxiliares del centro.
Mañana os cuento un poco más.
Muacs!