lunes, 13 de diciembre de 2010

Día 59

Hum...
Hola chicos! Feliz día de Sta. Lucía a todos. Qué tal vuestra vista?
Hoy ha sido un día un poco pesado, un poco cansado... y noto que, cuando estoy así, me tomo los comentarios o las cosas de otra manera, no las encajo bien, o como debería... y son días de quedarme en la habitación, no tomar decisiones, y enfocar la energía en otras cosas. Las horas de sueño, van mejorando. Al final, todo era un calor excesivo entre el calor propio de la habitación y mi pijama. Así que, he sustituido la parte de arriba por una camiseta, me tumbo encima de la cama sin taparme, y duermo estupendamente.
Por la mañana, no hemos podido ir a la piscina. Así que he sustituido esa actividad por 30 minutos de pedalier. Es curioso cómo, el minuto 19, sigue siendo la frontera, el momento que más cuesta... y esa sensación no la tengo en las sesiones de 20 minutos. Será porque como ya termino... El caso es que luego tenía la mañana libre. Así que me he acercado al fisio, donde estaba el chico de prácticas, y he estado ayudándole con un trabajo que tiene que hacer. Me ha tumbado en la camilla y hemos estado valorando la funcionalidad de los músculos, la fuerza que puede hacer cada uno, los grados de movimiento... y claro, es algo que se hace buscando el valor máximo. De ahí mi cansancio.
Por la tarde, he tenido aeróbic. Hoy ha sido un poco más cañero que de costumbre, lo que me faltaba!, jajaja... así que, he bajado a merendar y de ahí al ajedrez, sin muchas ganas. Ha sido como el esfuerzo final del día. No físico, pero sí mental y de concentración. La partida ha durado un poco más de la hora y cuarto. El Maestro, siempre desea jugar conmigo; dice que le gusta. Me ha vuelto a ganar; y me decía que me he defendido muy bien; aunque era evidente que hoy no era mi día.
Ahora, os escribo antes de ir a cenar. Es obvio que no puedo estar todos los días a tope, empujando a los demás, sonriendo... pero eso no significa que se acabe el mundo. Hay que saber observarse, darse cuenta que hay días no tan buenos, y ser capaz de ser consciente de ello para seguir creciendo. Simplemente, mañana será otro día, y punto.
La semana que viene vuelvo a casa, y creo que eso también me crea algo de ansiedad... volver a ver a la gente, a los que pueda, que no a todos, ver a mi mami, mis cosas que dejé en la habitación... y volver a enfrentarme a la despedida después de reyes... pero bueno, todo forma parte de esta experiencia; y es rica en su conjunto.
Como veis, hoy os muestro un lado un poco más vulnerable y sensible. Pero eso no quiere decir que esté abajo. Es, simplemente, un día más. Pero, creo que es justo que veáis las dos caras de la moneda; y que, por difíciles que sean las cosas, uno siempre puede salir adelante.
Lo dicho, estad bien. Os escribo más mañana.
Muacs!

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