domingo, 12 de diciembre de 2010

Día 58

Hum...
Hola chicos! Venga, que todavía queda un poco de domingo! Hoy os escribo un poco más tarde porque nos hemos ido de cena y he estado casi toda la tarde fuera. Tal y como os contaba ayer, hay residentes que la semana que viene ya se marchan, yo estaré de concentración con gente de la selección, otros se irán de excursión... y bueno, como es el último finde que estamos todos juntos, hemos ido al bar de los jubilados a cenar allí. Total, ha sido una tortilla de patata y un poco de embutido; pero lo suficiente para sentir que nos salimos de la rutina.
Bien, esta mañana, tras desayunar, me he ido al pedalier. El chico nuevo que vino la semana pasada, me preguntaba si no me da pereza tanto pedalier; y la verdad es que no. Es una satisfacción personal levantarse a la hora que toca, cuando no hay nadie que me obliga a ello, ponerme, y hacerlo bien. Más que un ejercicio en sí, se trata de algo terapéutico y rehabilitador. Los hombros, a los que siempre se les notaba la coracoides, se ven más redondos, más mejor, que digo yo. Y claro, es como un acto que se refuerza por sí mismo. Después, me he subido a la habitación, y entre recoger el pijama, hacer la cama, guardar las cosas y escribir un poco, se me ha ido la mañana.
Por la tarde, otra sesión de pedalier antes de ir al bar. He cambiado la música por algo de Queen, que hacía años que no los escuchaba, y ha ido muy bien.
Y bueno, la cena ha sido una gozada. Hemos comido mucho y bien. Pero lo mejor, ha sido cuando han puesto a Manolo Escobar y los abuelos han salido a la pista a darlo todo. Ha sido... espectacular!
Y poco más. Ha sido un día tranquilo y sencillo; de los que va bien tener de cuando en cuando.
Os veo mañana que me voy a la cama en un ratito.
Muacs!

No hay comentarios:

Publicar un comentario