lunes, 6 de diciembre de 2010

Día 52

Hum...
hola chicos! Cómo va todo? Hoy ha sido un día extraño. Es lunes, pero es festivo. El horario del comedor es el de los fines de semana... la gente va un poco despistada. Y bueno, como es festivo, decía, no ha habido piscina (vayaaaaa!). Pero, para no perder la costumbre, he tenido pedalier. Al igual que los días precedentes, en sesión doble de mañana y tarde.
Después del pedalier matutino, me disponía a trastear en la habitación, ver algún capítulo de alguna serie... el día estaba medio lluvioso, y no apetecía salir. Pero ha venido un residente a la habitación, nos hemos puesto a charlar, y sin darnos cuenta se nos ha hecho la hora de la comida. Más de dos horas conversando... era algo que echaba en falta, creo que los dos, y ambos lo hemos agradecido. Hemos hablado de literatura, de arte, de política... pero sobretodo, del centro. Me ha contado los entresijos entre residentes, los amoríos, las conspiraciones, las reglas que no están escritas en ninguna parte... ha sido interesante, y sobretodo, instructivo. El caso es que, en un momento de la conversación, me ha propuesto que escribiese un libro mientras esté aquí. Algo relacionado con el lugar, con la gente... es una idea que me ha gustado. Aunque le he dicho que llevo otro libro a medias, y mi intención es terminarlo. Llevo algo más de 4 años con él, pues el proceso de investigación es largo, y no quiero dejarlo ahora. Creo que ya os he hablado a algunos de vosotros de él. Os adjuntaré un proyecto de portada, a ver qué os parece cuando termine de diseñarlo. Aunque, poco a poco, va saliendo el gusanillo de escribir algo nuevo relacionado con este lugar. Ya lo pensaré. Se admiten propuestas!!
Y bueno, hoy no hay mucho más que contar. Después de comer, siguiendo la disciplina de todos los días, me he bajado al pedalier, a cumplir con mi parte del guión. Nada más terminar, me he ido con tres amigos del centro, por ahora los mejores, a un bar a pasar la tarde. Me he tomado una trina de manzana, que sería algo irrelevante, si no fuese porque desde que vine, no había tomado todavía ninguna bebida en lata. Como si hoy fuese el día de las revelaciones, me han seguido contando sus accidentes, sus discapacidades, los culebrones que hay en el centro...
Y poco más. Estos días de puente, la rutina es la misma, pero no hay mucho que contar. Mañana he de salir a comprar unas cosas, entrenar... y habrá más cosas que contar.
Besos a todos!

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