Día 43

Hum...
Hola chicos! Qué tal todo? Me alegro de veros. Hoy os escribo tarde, quizás algunos me leáis mañana ya...
Como pensaba que iba a tener el finde liado con la competi de tiro de Madrid, hoy me he levantado con ganas de no quedarme en el centro, de salir... y, aunque el termómetro marcaba -5 grados, me he animado a pasar el día fuera. Oviedo quedaba lejos, y la web de la DGT me decía que había hielo y niebla por la zona; así que opté por irme a Ponferrada, que está a unos 90 km. En Ponferrada, hay un castillo en el que supone que hay una exposición de los caballeros templarios, y demás, así que la idea me seducía bastante.
A mitad camino, he llamado a un buen amigo que vive allí. Es un miembro de la selección al que aprecio mucho, tanto dentro, como fuera de la vida deportiva. Estaba en el pueblo haciendo unas cosas, así que he quedado con su novia, a la que también conozco de hace unos años, y hemos ido los dos al pueblo a comer con mi amigo, y su familia al completo. El pueblo, Corullón, me ha encantado. Está en la ladera de un valle, alejado de cualquier ruido o vestigio de civilización. El aire, el olor a monte, las calles... todo invitaba a relajarse. Apenas he estado dos horas, pero me he traído conmigo la paz y los recuerdos de cuando iba con mi familia a La Rioja, al pueblo, donde no teníamos otra preocupación que comer, dormir y pasear. Un placer.
Después de comer, hemos vuelto a Ponferrada, a ver el centro y visitar el castillo. Mañana os mandaré las fotos. Se me volvió a olvidar la cámara, y volví a tirar mano del móvil, pero bueno. Por fin os mando una foto en la que salgo yo!! El castillo, me ha encantado. Para ser un castillo, hay que decir que está relativamente bien adaptado. Supongo que los dos sorprendentes ascensores que había dentro tienen algo que ver, jajaja!. Está en el centro de la ciudad, muy cuidado y bastante restaurado. En su interior, había una exposición llamada TEMPLUM LIBRI, que exhibía un montón de libros antiguos relacionados con la Iglesia, los templarios, y algunos religiosos. Sobretodo, de Santiago de Compostela. Había libros impresionantes, datados del año 800, 900, 1200... ha sido chulo de ver. De fondo se escuchaba el canto gregoriano; y, aunque me esperaba un entorno mucho más templario, con detalles de cruces de Tau, anagramas y demás, he de decir que me ha gustado mucho.
Y poco más, al regreso, he entrado en el corte inglés a comprar una pizarra veleda de las que son enrollables y adhesivas. Siempre ando pensando en cosas que he de hacer, personas que he de llamar, cosas que comprar... y digo -”mira, compro eso, y voy escribiendo en la pared lo que tengo que hacer. Y así he de recordar menos cosas”-. Y ya que estaba allí, he aprovechado y cenado.
Así que llego al centro a las horas que llego. Voy a ver si termino este escrito, me relajo un poco y me voy a la cama.
Buenas noches, y buena suerte.
Muacs!