viernes, 19 de noviembre de 2010

Día 35

Hum...
Hola chicos! Cómo va todo? Ya ha pasado una semana más... cómo pasa el tiempo! Lo que noto, es que conforme me voy adaptando, y hay menos novedades, y más rutina, hay menos cosas que contaros... pero bueno, queda mucho todavía por hacer, por descubrir...
Hoy, al pasar por el pasillo de la primera planta, refelxionaba sobre el hecho de que todas las historias que hay aquí, llevan consigo una sonrisa. Hay gente muy jodida, gente que no habla, que no viene nadie a verles, que tampoco se comunica... hay crudezas de la vejez, de la enfermedad... y me hace recordar que la vida no siempre es fácil, que a veces hay que mostrarle una lágrima en vez de una sonrisa... no sé, supongo que es el día a día. En el comedor, hay una mujer, intuyo que no es excesivamente mayor, que por las mañanas llora en voz alta, diciendo “mamá”. Al principio, me costaba, pero ya la tengo tan oída, que forma parte de la rutina. Sabes que vas a bajar, y la vas a oír.
Bien, os cuento que hoy ha sido una mañana relativamente tranquila. Después del pedalier, he bajado a la lavandería a dejar la ropa de la semana. Mola, porque es una zona que no baja mucha gente... de largos pasillos mal iluminados... es como adentrarse en las cavernas, en las tripas del edificio. Y, de repente, aparece la lavandería llena de luz! Llevaba toda la semana sin salir, por el tiempo y los entrenes. Así que he salido un momento antes de comer a la tienda de los chinos, a comprar un cinturón que me hace falta para atar unas cosas. Quería una planta y un cesto para la ropa sucia; pero no he encontrado ninguna de las dos cosas que me gustase.
Y bueno, por la tarde, entrene de bolas. Ha estado muy bien, muy interesante. A los chavales les gusta jugar conmigo, y a mí me gusta jugar con ellos; así que es como una simbiosis agradable. Hoy no salimos a cenar. Hace un poco de fresco, allá por los 3 grados; y no es plan. Si no llueve, saldremos mañana a comer. Aunque tiene toda la pinta, pues está muy cerrado. Para el lunes da lluvia y nieve, jejeje...
Bien, os cuento que al final compraremos una botella de submarinismo de segunda mano, la andamos buscando, para recargar el depósito de aire de la carabina. Así que, en cuanto la encontremos, que debe ser fácil según nos han dicho, empezamos con el tiro. Qué ganas tengo!!
Y poco más. Voy a ver si llamo por teléfono antes de bajar a cenar y resuelvo cosas pendientes.
Besos a todos y buen finde.

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