viernes, 5 de noviembre de 2010

Día 21

Hum...
Hoy hago 3 semanas aquí! Hacen 5 grados, el sol brilla.... parece que hoy será un gran día. Bien, siguiendo con el diario, y dando la bienvenida a nuevos lectores, os cuento: Ayer, además del pedalier y el fisio, tuve entrene por la tarde. Como os contaba, echaba de menos a la gente; y me alegré de verles. Continúo trabajando con las bolas nuevas. Parece que poco a poco las voy domesticando. Hoy, que es viernes, me las traeré al centro para marcarlas, pues todavía están sin identificar. Lo que no sé, es cómo me apetece marcarlas. No quiero ponerles números; pero quiero que sean fácilmente identificables cuando le pida una bola concreta del juego a otra persona. Las últimas, con los símbolos en tibetano, eran difíciles de identificar incluso para mí; y hay que ser prácticos, no místicos. Ya veré...
Os cuento que ayer, cuando estaba en el pedalier, vino a verme el diablillo de la tentación. Estaba solo, pedaleando, sudando como un poseso, allá por el minuto 19, y empezó a susurrarme: "nadie te ve ahora mismo, estás solo. ¿Porqué no lo dejas aquí? ¿Qué necesidad tienes de llegar al minuto 30 si nadie lo va a ver?"... recordé, de tiempos atrás, cuando andaba, las conversaciones sobre El Buen Comate; algo de lo que hablaba Paulo Coelho inspirado en una carta del apóstol San Pablo, cuando hablaba del Buen Combate como todo aquello que nos tienta a no continuar en la lucha del día a día, de superarse, de ser mejor... y bueno, seguí pedaleando. Pienso que no he demostrar nada a nadie, que estoy aquí por gusto, y que el hecho de terminar los 30 minutos de pedaleo, aunque nadie se entere de ello, es una satisfacción personal. Un pequeño logro. No por el tiempo, sino por el empeño, por la constancia... es tan fácil decir "no puedo" cuando sí que podemos... y ya que estamos, os cuento que, cuando pedaleo, al final, se hace un poco aburrido. O se hacía, más bien. Llevo un par de días que cierro los ojos, y voy imaginando que salgo de casa con la bicicleta (aunque pedaleo con los brazos, la sensación es la misma) y voy a un lugar concreto de la ciudad. Imagino la calle alcañiz, pesset Aleixandre, el río.... observo las tiendas, los cruces, la gente... y la media hora se pasa volando. Es divertido, a la vez que me ayuda a recordar mi ciudad. Hace días que la tengo como en una nube, difusa, como si fuese un lugar al que hace mucho que no voy... y con ella, se van disipando muchas cosas, muchos sentimientos... a la vez que otros van cogiendo cada vez más fuerza. Ayer, hablaba con un buen amigo, y comentábamos el hecho de que, al vivir en otra ciudad, lejos de todo el mundo, de sus opiniones, de sus intereses, las cosas se ven de una forma mucho más transparente. Las cosas ya no están condicionadas por las opiniones de los demás; ahora son ellas mismas, sin más, sin ser juzgadas. Y es algo que me gusta. Me gusta porque paseo y observo las cosas con los ojos de un niño pequeño. Es como si todo, sin ser nuevo, aportase cosas que sí lo son; como si estuviese volviendo a vivir cosas que antes tenía desapercibidas en el día a día...
No sé, me siento feliz. Sigo sabiendo que aquí estoy un poco solo, pero que esas personas llegarán, que he de buscar primero mi lugar aquí, situarme, disfrutar de ello, y luego, dar entrada a ese grupo de personas. Así que no tengo prisa. Ahora, he de bajar al fisio; y luego veré si charlo un rato con un hombre que ha venido de visita. Es el presidente de la federación internacional de la actividad física y el deporte adaptado, o algo así. Es una persona humilde, pequeñita... va con una mochila pequeña en la espalda, y siempre está sonriendo. Es iraní, pero habla español. A ver si tenemos una charla interesante. Ya os contaré.
Ah! en la coordinadora de discapacitados han organizado un taller de cuencos tibetanos; y me he apuntado. Apenas será una hora y media un único día. Pero bueno, al menos hago algo diferente...
Y poco más. Me bajo que no llego a hablar con este hombre! Hoy he dormido 11 horas, vengo de hacer una sesión de relajación, y no termino de arrancar, jejeje.
Un beso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario