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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido la semana? Espero que muy bien, y que haya sido tranquila. Hacía cinco días que no os escribía; aunque, a la mayoría de vosotros, os he tenido presentes durante mi ausencia.

Bien, os cuento que, el miércoles, monté de nuevo a caballo. Tenía unas ganas tremendas de ver a Balú. Me acerqué, y me puse a acariciarle y a hablarle, como si le conociese de toda la vida... más bien... esta vez, nos saltamos la parte de cepillarlo; pues la fisio quería quería que estuviese todo el tiempo posible montado en él. Así que, fue llegar y montarme en el caballo con la fisio detrás para dar un paseo por el exterior. Hacía frío; pero el calor que desprende el animal y la emoción con que yo lo montaba, fue suficiente para volver a sudar un rato. La fisio, me decía que todo iba muy bien; y que, en un par de sesiones más, debería de poder montar sin ella. De momento, vamos a intentar compaginar las sesiones de fisio para los martes por la tarde; de forma que ella pueda continuar trabajando conmigo encima del caballo al día siguiente.

Y bueno, tras los caballos y pasarme casi todo el día rodando por los pasillos, inquieto porque no llegaba nadie, pude recibir a mis compañeros de selección. Hemos estado concentrados hasta esta mañana, que se han marchado.

Han sido días de trabajo, de bolas, de hablar mucho, y de mil cosas más que se dan gracias al trabajo en grupo y la convivencia. Vinieron un par de deportistas nuevos, que aportaron mucha frescura al grupo. Hoy, al despedirme de ellos, les decía que me quedaba con cierta morriña; pues se marchaban todos, y yo me quedaba aquí, notando su ausencia. Pero bueno, nos volveremos a ver pronto. Algunos de ellos, dentro de tres semanas en Madrid.

Y poco más. A pesar de llevar tanto tiempo sin escribir, no tengo mucho que contar que no sean ejercicios de boccia, reuniones con entrenadores y seleccionador, técnicas, tácticas...

Mañana, con la vuelta a la rutina, podré contaros más cosas.

Besos a todos!