lunes, 16 de mayo de 2011

Día 213

Hum...

Hola chicos! qué tal ha ido el lunes? Por aquí muy bien. Hace sol, no hace aire... eso sí, seguimos amaneciendo a 2 grados para subir hasta los 20 a mediodía y volver a bajar por la noche. Una locura térmica.

Bien, os cuento que esta mañana he tenido una breve sesión de fisio, para tener otra por la tarde. Os he hablado poco de ello. Para mí, es importante mantener el cuerpo en perfectas condiciones. Nunca sabemos, las personas con discapacidad, los adelantos técnicos y tecnológicos con que nos puede sorprender un día la ciencia. Y si ese día llega, que seguro que llegará, habrá que estar preparado para poder aprovechar las oportunidades que esos adelantos nos ofrezcan. Por otro lado, cuidarse, forma parte de las gotas que llenan el vaso del bienestar personal. Es importante!.

Después del fisio, he bajado a la lavandería, como si de la morgue se tratase, a identificar calcetines. Lo que más me llama la atención, es que tenga que bajar a decir si unos calcetines son míos, cuando en ellos pone CHEMA bien claro. En fin... cosas sin importancia. Después, he subido a ver un episodio en inglés de una serie. Poco a poco, lo voy refrescando. A ver si de cara a la competición me sirve de algo...

Tras comerme el cocido (un día os hablaré de la comida, que creo que no lo he hecho nunca), y descansar un poco, me he bajado a aeróbic. Hoy, me sentía un poco protagonista, pues la música era mía. Y bueno, mola ver que contribuyes a que la gente lo pase bien en la sesión. Ha estado bien. La verdad es que el aeróbic, aunque resulta algo pesado en el momento en que lo estás haciendo, es una actividad que me gusta bastante. Siempre voy a ella con cierta cara de “bufff, qué pereza”; pero me lo paso bien.

Después, sesión de fisio. Piernas, rodillas, caderas, tobillos, pies, gemelos... es que creo que este chico no se deja nada por tocar. Es una gozada. Eso sí, que nadie se piense que es un masajito; que bien que me saca los sudores y los “ayss”. Pero, ya se lo he dicho, es luego la noche que mejor duermo. Así que nada. Hoy, sesión doble de culto al cuerpo.

Y poco más. Los días van transcurriendo con tranquilidad y alegría. Es agradable ver que seguimos caminando, las personas con las que entreno y trabajo, y yo, hacia un punto concreto, sin prisa, con calma, pero dando pasos firmes. A veces pienso, faltando a la modestia, que estamos abriendo una senda que otros recorrerán en el futuro en este lugar, en busca de las metas que persigo yo ahora. Y eso, es un orgullo.

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