lunes, 25 de abril de 2011

Día 192

Hum...

Hola chicos! Cómo ha ido el lunes? En algunas comunidades es fiesta, como en la mía. En León, en cambio, es laborable. Creo que hay otros días festivos; pero todavía no le tengo cogido el truco al calendario leonés.

Bien, os cuento que la vida va volviendo poco a poco a la normalidad aquí en el centro. La gente va regresando de sus casas y las actividades vuelven a llenarse de usuarios. Poskiwoman le daba hoy a las ruedas de su silla con cierta ímpetu, por lo que deduzco que ha pasado unos días fuera. Otros, en cambio, me contaban en el desayuno lo aburridos que han sido estos días. En la hora de la comida, se me ha acercado a la mesa Saturnino, libreta en mano, dispuesto a leerme las reflexiones de estos días. En la lectura de hoy, me narraba que, cuando compramos un polo, pagamos por el helado en sí, y por el palo que lo sujeta y que nos permite comer el polo. Según él, si nos dejasen elegir, nadie pagaría por el palo de madera; aunque, lógicamente, éste es necesario para comerse el polo sin mancharse. Total, que la conversación ha derivado al tema de que hay cosas que son necesarias para que otras tengan sentido. La camarera nos miraba y suspiraba al cielo, pensando que ya han vuelto todos los locos al centro... jajaja! Me encanta.



Esta mañana tenía piscina. Pero el centro, como os contaba en su día, está haciendo un proyecto en colaboración con un centro o una universidad de Israel, no recuerdo bien qué tipo de institución era, y hoy era día de poner cosas en común. Así que hemos sustituido la piscina por el pedalier. La música, el calor, el pedaleo, la botella de agua... todo forma ya un conjunto agradable que me acompaña durante la media hora de pedaleo. Después, me he dedicado a sacar cosas de las maletas, organizar un poco los armarios y ordenar un poco las cosas.

Tras comer y descansar, hemos tenido aeróbic. Ufff! Hoy ha sido un poco intenso. Aun así, el hecho de haber ido haciendo ejercicio a lo largo de la semana se ha notado, y lo he aguantado hasta el final. Eso sí, mirando el reloj de reojo, jejeje. Ahora, he quedado con El Maestro. Me ha dicho antes que hoy prefería charlar un poco antes de jugar. Le he visto serio, con mirada pensante, lejana... a ver qué me cuenta...

Y poco más. Os mando una foto del torneo de tiro, para que me veáis en plena acción.

Besos y hasta mañana!

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