Día 143

Hum...

Hola chicos! Qué tal ha ido el lunes? Porque hoy es lunes, no? Jajaja! Sigo sin saber en qué día vivo, y mucho menos, el número. La rutina de los entrenes sigue adelante, y como ayer no descansé por el hecho de ser domingo, es como si no hubiese sido fin de semana. De hecho, recuerdo que es una de las finalidades del plan de trabajo. De esta forma, el cuerpo siempre está rindiendo, la mente siempe está trabajando. Y no hay una actitud de -”ey, dejadme en paz, que es domingo”-. De esta forma, cuando compita un domingo, tendré una pereza menos que vencer.

Bien, os cuento que hoy he tenido sesión con el entrenador de fuerza. Vamos a limitarnos a trabajar solamente en el tiempo del día que toca hacer ejercicios de fuerza, y no llevarme “deberes” a la habitación. Mi entrenadora, y responsable de mi tecnificación aquí, considera que esos deberes no suponen otra cosa que un sobreentrenamiento; y por tanto, no es deseable. Es tan importante respetar los tiempos de carga y trabajo, como los tiempos de descanso. Así que vamos a aprovechar esa hora para trabajar muñecas y hombros, que es lo que nos ocupa. El entrenador me tiene como una especie de reto personal, intentando crear ejercicios que pueda hacer con mis insignificantes bíceps y tríceps. Hoy, se ha dado por vencido, jajaja! Dice que es posible trabajarlos. Pero que, a cinco meses de la copa del mundo, no hay tiempo, pues sería algo muy lento y minucioso. Así que nos vamos a centrar exclusivamente en aquello que interfiere en el lanzamiento de la bola: el hombro, que lanza; y la muñeca, que controla la mano y maneja la silla. Por cierto que, el bastónpeonza le ha encantado. Eso sí, me ha sustituido la peonza por una pesa de 2 kilos (¬¬'). El resto de la mañana,ha transcurrido con tranquilidad, revisando correos atrasados y viendo series en inglés.

Por la tarde, tras la siesta, me he puesto con el aeróbic. O yo sudo más, o aquí hace más calor. Pero vayaaaa! Debe ser mi sistema parasimpático, que está más activo gracias al omega 3. por cierto que, hoy no había yogures “de los míos” y he tenido que desayunar una lata de atún con unas lonchas de salmón ahumado. Es taaaan dura la dieta del deportista... pero bueno, a lo que iba, después del aeróbic, me he ido a la habitación de El Maestro. Ya está bien de sus fiebres. En cambio, tiene el cuello agarrotado. Le han cambiado la silla, para que no la llevase con la mano, y ahora la lleva con el mentón; y parece que le produce tensión en el cuello. Así que, me ha dicho que hoy no tenía ganas de concentrarse; y me he vuelto a la habitación. En su lugar, he hecho un par de sudokus. La técnica de deducción va mejorando poco a poco, y apenas tardo ya 8 minutos en resolver los de nivel medio. MooOOola!

Hoy, en el desayuno, hablaba con Saturnino. Me ha leído lo que escribió ayer. Estaba inacabado, e iba en busca de ideas... me leía que, los que se consideran listos, no avanzan en la vida... y ahí se ha quedado. Le he dicho que, los listos, no avanzan porque se saben listos, y piensan que ya lo saben todo. Nada les mueve a seguir avanzando. Y ha abierto los ojos diciendo -”Eso, eso!”. Y se ha ido a escribirlo. Seguro que a la noche me lo lee. ¿Me entenderá porque yo también estoy loco? Jajaja, prefiero no saberlo.

Y poco más. Os mando una foto de mi nuevo cepillo de dientes con irrigador. Me ha costado una pasta, pero me lo he regalado por mi santo, porque yo lo valgo. Es una pasada. El cepillo parece que te va a taladrar la cabeza, y tiene cabezales de diferentes formas, que si para esto,si para lo otro, para los dientes, para la lengua, para los huecos, para las encías... y el irrigador, es un invento increíble. Es como un segundo cepillo, pero sin cepillo. En su lugar tiene una boquilla que tira agua a presión. Viendo el depósito, calculo que tira unos 2 litros por minuto. Eso sí, se mete el agua por todos los rincones y te deja la boca impecable. Ayer le di sin querer al botón, jajaja, y bueno, la pared, el espejo, yo... todo chopao hasta que le di al botón otra vez. Genial.

Lo dicho. Me alegro de veros!!