Día 116

Hum...

Hola chicos! Vaya día más bueno, eh? Parece que estemos en marzo más que en febrero. Bien, hoy hay poco que contar... así que allá voy.

Esta mañana, me he levantado con ganas de trabajar. Va amaneciendo antes, y hace algo menos de frío; así que el día invitaba a ponerse las pilas de buena mañana. Después de bajar a desayunar, he subido a hacer los ejercicios físicos de la mañana. Por cierto, que aquí llaman a la hora del desayuno a lo que yo he conocido toda la vida como la hora del almuerzo. Total, que eso, cinco ejercicios, a diez repeticiones de cada ejercicio, por seis series... un placer!!

Después de eso, he ido al salón de actos. Nos han convocado a todos los residentes y usuarios del centro de día para explicarnos los reajustes que van a haber en el centro. Al parecer, la crisis llega a todas partes, y el centro no se escapa de ella. Como un saco del que todos van cogiendo manzanas, al final éstas se van terminando. Y hay que tomar medidas para que haya para el resto del viaje, como si de un velero pirata se tratase. se garantiza la atención de los encamados de 24 horas. Pero es momento de que todo el mundo ponga manga con hombro, que apechuguen en el barco del que antes hablaba. -”Paciencia y tolerancia”- nos han pedido. Y así debe ser. Supongo que la gente está acostumbrada a un nivel de servidumbre muy alto, a no mover un dedo si hay alguien que puede hacerlo por ellos; y ahora toca hacer las cosas por uno mismo. Si no hay alguien de ocio que cante, ya pensaremos otra cosa; si necesitas una aceitera, te levantas y la coges; pero no caigamos en la facilidad de poner el grito en el cielo sin más. Habrá menos personal hasta no se sabe cuándo. Y va a ser como optimizar los recursos humanos con los que contamos. Éste, como muchos otros, es uno de los muchos recortes que hay en la Seguridad Social y que nadie ve.

Y bueno, después de la charla, he ido a fisio. En los 20 minutos de las corrientes, he cerrado los ojos y he dirigido mi conciencia a esa zona del cuerpo, los muslos. El libro que estoy leyendo habla de la importancia de mantener la conciencia en las cosas que hacemos. Es como si, al ser consciente de que estás trabajando y estimulando una zona del cuerpo, el trabajo es mayor.

Ah! os cuento que he estado hablando con una chica china. Se llama Zhen y me va a dar clases de chino a 10 euros la hora. Ya da clases a otro chico, pero como ve que yo ya tengo una base, haremos las clases en otro momento, de forma individual. MoOOOoola! Ahora, lo difícil, va a ser cuadrar horarios. Pero en cuanto empiece, os cuento qué tal va. Estos días, intentaré leer algo y recordar conceptos básicos... joer! Llevo ya 4 libros a la vez!!

ays! No sabéis lo bien que va estar mocoso y no oler nada cuando tienes para comer un estupendo plato de col hervida. Me la han puesto otras veces y casi nunca me la como por el sabor que tiene. Pero hoy, como no me sabía a nada, me la he comido muy a gusto! Jajaja! Alimenta mucho! Jajaja! En fin... hay que saber ver el lado bueno de las cosas, no? Así que, ala, todos los que estéis mocosos, aprovechad para vaciar la despensa de aquellas cosas que no os gustan. Veréis que bien saben!

Por la tarde, he empezado los ejercicios de control de la dirección con que lanzo la bola. Son ejercicios que me encantan. Siempre se me han dado bien y disfruto con ellos. Aunque he de decir que hoy han salido un poco desastrosos, jajaja. Supongo que los mocos hacen que no esté al 100%. pero vaya, que muy contento.

Y poco más. Me acabo de duchar y enseguida a cenar!

Mañana más.