¿Entrenar en vacaciones?

Hum...

Recuerdo que hace unos tres años, coincidí en una cena con un deportista paralímpico lanzador de peso. De hecho, éramos varios deportistas en la cena. Este chico, que venía con su mujer y entrenadora a la cena, tiene el mayor palmarés deportivo que conozco: oros paralímpicos, europeos y mundiales...

El caso es que, tras cenar algo ligero, sin alcohol ni grasas, nos dijo que se marchaba a casa. Todos le preguntamos el origen de sus prisas, y nos comentó que él era deportista dentro y fuera de la pista; y que, como tal, debía respetar sus horas de sueño.

Aquella actitud me gustó; y en fechas como estas, de excesos, trasnoches y comilonas, siempre la tengo presente. Los que somos deportistas, no podemos tomarnos unas vacaciones de dos semanas sin trabajar, descuidando nuestra dieta o nuestras horas de sueño. De la misma forma que no permitimos que se relajen con el pago de nuestras becas. ¿O podemos dejar de entrenar y exigir que mantengan nuestros derechos intactos?

Cada uno, que actúe según su criterio...